Colaboración en Marivigilias de Mari de la O (con H) xD


Esta delicia de relato nos la envía Mari de la O (con H). Imaginaréis nuestras caras de vicio cuando juntas Marime y Maripa leemos este relato del copón en diez, y acto seguido pronunciamos en sagrada comunión: Pal Marivigilias que vas.

Sólo tenemos palabras de agradecimiento para Mari de la O (con H). Nos encanta tu relato, reina mora. Si te animas, estaremos encantadísimas de poder continuar publicando esas cosas molonas que te cuentas por las noches, en vez de ovejas.

Ahí queda eso.


Por: Mari de la O (con H)

Como cada noche cerraba los ojos esperando que Morfeo me acunara con su manta y otra vez llegaba con retraso.
Sin saber cómo, un dulce calor entró por las sábanas rozándome las piernas, y subiendo poco a poco por mi espalda, una figura comenzó a tomar forma a mi lado. Un ser envuelto en una luz brillante me miraba directamente a los ojos.
Su boca se abría mientras se acercaba a la mía... ¡Qué calor! Sus labios me quemaban la lengua, la suya se movía inquieta, sofocante, dolorosa, excitante. Cerré los ojos sin saber muy bien cómo reaccionar. Mi cerebro me decía que me alejara, pero mi cuerpo ganó la batalla. Comencé a besarle el pecho, era tan ardiente como su boca, sus pequeños pezones resaltaron sobre aquella piel de oro que ahora cubría por completo con mi cuerpo. Soltó un pequeño gemido; sonreí.
Se encorbó cuando con mis labios llegué a sus caderas y las mosdisqueé con pasión, pero lo hizo todavía más cuando rocé con mi lengua su sexo. Resultaba increíblemente excitante verle apretar las sábanas con las manos intentando, sin conseguirlo, reprimir un nuevo gemido.
Se incorporó y cogiéndome de los hombros me tumbó a su lado con delicadeza.

-Entrégate... -me repetía una y otra vez- entrégate...

Y yo obedecí mientras él besaba mi cuello.
Excitada sentí como pasaba sus dedos por mis pechos deteniéndose en la aureola. Mi líbido estaba por las nubes. Y entonces llegó a la cumbre. En cuanto tocó mi sexo supe que aquella noche jamás se repetiría ¡qué arte! ¡qué maestría! Jadeaba tanto que creí que iba a desmayarme en cualquier momento ¿dónde demonios había aprendido a hacer...? ¡Esooo...! Ni siquiera podía pensar, sólo entregarme en cuerpo y alma. Cuando dejé de convulsionar me miró de nuevo, pidiendo permiso. Yo asentí. Tanteó el terreno como si no supiera muy bien qué debía hacer, le ayudé... ¡Fuego! Fuego dentro de mí. El sudor recorría nuestros cuerpos que se movían en armonía, como escuchando alguna melodía que en el silencio sonaba en la pequeña habitación.
El climax, llegaba el climax. Me apretó con fuerza como si quisiera llegar todavía más adentro... Y entonces comprendí qué era el nirvana y por qué había tantos que querían llegar a sentirlo.
La habitación daba vueltas y flotando en el aire estábamos nosotros; dos cuerpos sudorosos abrazados, con la respiración entrecortada, sin dejar de amarnos, sonriendo y llorando al mismo tiempo...

-Gracias por haberme enseñado a amar... -fueron las últimas palabras que dijo.

Por la mañana mi cama estaba llena de delicadas plumas blancas, como las de un ángel... Mi ángel.
Lloré...



*************************************************************************************

Gracias de nuevo Mari de la O (con H). Y vosotras, tunantes ovejas vigiliosas, animaos copón!!! Que marivigilias somos todas!!!!

Poneos el cencerro antes de salir de marcha maris, que si os perdéis no podremos encontraros jajajjaja Ahhh, y cuidadito con los lobos ¡eh! Que a veces van de corderico, pero acaban metiéndola doblá.



1 Carminazos:

Pandora_cc dijo...

Yo quiero un ángel pa miiiii!!!!!
Me ha encantado Mari de la O (con H).
Besitos mil, y para vosotras también!!