SAY-MY-NAME
—Habéis
logrado traerme hasta aquí, os felicito, no muchos lo consiguieron.
El foco de luz
cae directamente sobre él, agrava rasgos ya de por sí angulosos.
—Decís que
sois fuertes, decís que yo soy el enemigo a batir, pero en realidad sabéis que
os equivocáis.
Un gemido
múltiple se apodera de la oscuridad que rodea ese foco de luz. Loki ha logrado liberar sus manos de las ataduras que las sometían.
—Me gusta
vuestro coraje, perseveráis aún sabiendo que sois débiles. Insistís en
revelaros…
Las alza, tiene los dedos tensos, las palmas hacia arriba.
—Y ahí radica
vuestro error, humanos.
Se levanta un
gemido. Sombras afiladas atacan el chorro de luz, como latigazos que amenazan al inmóvil asgardiano.
—No podéis
salvaros. No hay más opción que arrodillarse cuando vuestra amenaza es una
fuerza superior.
Una mano enguantada que intenta entre espasmos aferrarse al brazo de Loki, rompe el chorro de luz. Luego solo cae.
—Pobres
criaturas penosas. Esta vez mi hermano no os protegerá, no habrá Vengadores.
Alarga los
dedos, señala a su derecha, después cierra el puño. Un cuerpo rompe
el círculo, cae al suelo segundos después. Loki sonríe.
—Decid mi
nombre.
Se escuchan
gemidos; cierra el otro puño.
—Decid mi
nombre.
Más voces
ahogadas.
—Decid mi
nombre.
Algo les está
matando.
—DECID MI
NOMBRE.
Eleva los
brazos poderoso en el centro del círculo, hay golpes contra el suelo por doquier.
Su barbilla apunta al cielo. La luz es cegadora, duele pero la desea con más
intensidad, siempre, eterna…
Cuando baja el rostro la luz habita cada rincón. A su alrededor pueden verse treinta réplicas suyas todavía sujetando humanos, cubriéndoles
las bocas mientras estos arañan, agonizan… Él les observa y sonríe. Sacude su capa pasando sobre un par de cuerpos y abandona la sala.
Marca firmemente sus pasos con las suelas llenas de sangre. 
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