Fanfic Dentro del Laberinto. Capítulo 25.


25. EL VUELO DE LA LECHUZA





   –¿Dónde está el rey? –Sarah abrió los ojos estando sola en la cama. Se dirigió a las cocinas para llevarse algo que desayunar a la boca. Desde que despertó de aquella pesadilla sentía apetito constantemente. El aroma que trepaba las escaleras hasta el dormitorio avivó su instinto explorador. 
   –Ha salido señorita –respondió la cocinera atareada con un guiso–. ¡Oh oh discúlpeme alteza, discúlpeme! –Sarah mordía una fresa con lujuria cuando se sorprendió al ver que la pequeña sirvienta se arrodillaba.
   –¿Por qué?
   –No debí haberla llamado señorita. El rey nos amenaz… nos dijo que debíamos referirnos a usted como Su Ilustrísima Majestad. ¡Oh oh disculpe su Ilustrísima Majestad! No debí referirme a usted como alteza…
   –Es igual, no te preocupes –respondió con una sonrisa cordial que intentaba calmar a la diminuta goblin.
 
   En ocasiones Sarah agradecía que Jareth hubiera instaurado los uniformes entre los trabajadores del castillo. No es que estuviera a favor de los atuendos aburridos, además seguro que ellos preferían seguir llevando armaduras, pero era de agradecer que gracias a los uniformes –particularmente a las cofias que ellas lucían cubriendo sus ralas cabelleras– distinguiera el sexo de los goblins.
 
   –¿Y dónde decías que ha ido el rey?
   –Oh, a solucionar un asunto bien problemático.
   –¿Cuál?
   –Las Hormigas –dijo la goblin tomándola del brazo en gesto confidente.
   –¿Hormigas? ¿Hay una plaga o algo así?
  –Bien quisiéramos que fuera una plaga, señorita. Esos bichos malnacidos están…
   –¡Pelusilla Ciruela! ¿Ya estás vagueando otra vez? ¿Tú crees que esos sacos de patatas se pelan solos? –La voz chillona de la cocinera jefe fue en ascenso hasta que llegó tras el muro donde la goblin y Sarah charlaban–. Como este trabajo no esté terminado en… ¡Su Majestad! ¡Muy buenos días!
   –Buenos días –respondió Sarah con una inclinación de cabeza.
   –Discúlpeme Milady, Su Ilustrísima Majestad de…
   –No es necesario que me llaméis así, en serio.
  –Es un auténtico honor poder llamarla a Usted como Usted merece, su Ilustrísima Majestad de…
   –Ya, ya –suspiró–. En fin, la señorita Ciruela estaba a punto de decirme dónde ha ido el rey. La cocinera jefe dirigió una mirada asesina a la pobre Pelusilla, que quiso refugiarse en una esquina tras su escoba.
   –Emmm… Ese es un asunto un tanto… En fin, creo que no deberíamos hablar de eso.
  –¿De las hormigas? –Preguntó Sarah sentándose en un taburete, la goblin dirigió a Pelusilla otra mirada que la hizo temblar.
   –Bueno, no se tratada de eso en realidad. El rey ha salido a cuidar del reino, eso es todo. Su Ilustrísima Majestad debería regresar a sus aposentos y nosotras le subiremos lo que Su Ilustrísima Majestad desee. Las cocinas no son lugar para usted, Ilustrísima Majestad –Sarah se puso en pié levantando los hombros. La goblin jefe ya casi estaba celebrando su victoria cuando…
   –No voy a ir a mi dormitorio, me apetece dar un paseo.
  –¡Pero señorita! El rey tiene que estar a punto de volver y no creo que él aprobara…
   –Su Ilustrísima Majestad se va a dar un paseo; si viene el rey decidle que salga a buscarme –dijo haciendo un guiño. Caminó hacia la salida de la cocina con una sonrisa en los labios, negando incrédula–. Su Ilustrísima Majestad… Ni que fuera la reina de Inglaterra –rió.

   La mañana era lo suficientemente brillante y la brisa lo suficientemente fría como para que las hadas cayeran igual que moscas en su bolsa de cuero. Hoggle, que se había mudado a una de las casas próximas al palacio, estaba convencido de estar haciendo una labor social con su limpieza. No era cruel en absoluto, procuraba no hacerles daño y además, una vez por semana,  viajaba a lo más profundo del bosque y allí, entre árboles y flores, liberaba a las molestas hadas.
 
   –¿En qué reino se ha visto un castillo lleno de hadas?
   –¿Hoggle?... ¡Hoggle! –Exclamó Sarah echando a correr hacia él. Por pocas su amigo no acabó cayendo de espaldas rebotando sobre sus posaderas de cazador.
   –¡Sarah! ¡Casi me tiras al suelo!
   –¡Oh Dios! ¡Tenía tantas ganas de verte! –Exclamó ella dándole un fuerte abrazo y un beso en plena cabezota.
   –¡No me beses! ¡No me beses! –Rogó intentando sacársela de encima.
   –Hoggle tranquilo, Jareth no te hará nada.
   –Sí, sí, pero es mejor prevenir –replicó él apartándola a un lado.
 
   Pasearon por los jardines donde las fuentes eran religión y las hadas realmente una plaga. En cada una debía haber unas cuarenta revoloteando con sus alas brillantes, cruzándose en los chorros como si fueran niños que disfrutaban del día en un parque de atracciones acuático. Era una plaga preciosa, aunque mordieran le encantaban las hadas.
 
   –¿Qué tal está Ludo? Hace un montón que no lo veo.
   –Está bien, se ha ido con unos parientes del norte a conocer las piedras de allí. Dicen que hay unas que beben agua ¿sabes?
   –En mi mundo hay algo parecido, se llaman sepiolitas.
   –¿Y tienen boca?
   –No, no es eso, es como si absorbieran la lluvia… –Ante el rostro perplejo de Hoggle, Sarah decidió cambiar de tema–. ¿Y Sir Didymus?
   –Oh, él ha sido llamado a filas.
   –¿Cómo a filas? ¿Hay una guerra?
   –¿No te lo ha contado? –Sarah le miraba con los ojos abiertos como platos, expectante–. No por lo visto… En fin, Sir Didymus se ha ido con Jareth.
   –¿Pero dónde?
   –A por las hormigas. ¡Oh… No me digas que tampoco te ha contado eso!
   –Cuéntamelo tú –Su amigo suspiró cansinamente.
   –En fin, supongo que alguien te tendrá que poner al día –dijo antes de carraspear–. Hace miles de años el laberinto no existía. Era una época oscura, tanto que dicen ni siquiera se podía ver el sol. El caso es que cuando Jareth llegó…
   –¿Jareth tiene miles de años? –Preguntó ojiplática.
   –Él es tan viejo como el laberinto, querida. Pero como te decía cuando llegó y todavía siendo un niño, ordenó construirlo; las hormigas fueron encargadas de hacerlo…
   –¿El laberinto lo construyeron hormigas? Pero… Es imposible, es… Son demasiado pequeñas para construir el laberinto. No, no podrían…
   –Sarah, estas hormigas no son pequeñas, no son como las de tu mundo. Las hormigas aquí son tan grandes como goblins, tan grandes como el propio Jareth e incluso más. Además son listas, no como las hadas que no piensan –gruñó metiendo otra, que cayó con un quejido lastimero, en la bolsa de cuero–. Ellas han sabido cambiar con los siglos.
   –Pero son insectos Hoggle, no pueden ser tan listas.
   –Sí lo son sí. Incluso han encontrado el modo de hacerse pasar por gente como tú. En un lugar cercano al reino, en un mercado, encontraron una que parecía pues eso… 
   –¿Com… Humana?
  –Sí, humana –Sarah sonrió. Quería muchísimo a Hoggle, pero era un exagerado. 
   –No creo que las hormigas sean capaces de hacer algo así, ¿qué son, brujas? Además ¿para qué han tenido que irse Jareth y Sir Dydimys a…?
   –No sólo ellos dos, el rey se ha llevado más soldados. Ya te he dicho que esos bichos son peligrosos… Pero en fin hablemos de… ¡Cuidado! –Gritó Hoggle. 

   Una lechuza blanca pasó volando a ras de sus cabezas, debido a su altura Sarah pudo esquivarla por pocas. Aún así las garras se le enredaron en la melena.

   El animal atravesó un chorro de agua desapareciendo tras la fuente. Estaba manchado, tenía el cuerpo teñido de algo rojizo que deseó no fuera lo que pensaba.

   –¡Pobrecita, está herida! –Dijo ella acudiendo en su auxilio.
 
   Cuando bordeó la fuente no encontró a la lechuza; Jareth yacía en el suelo, sin sentido, empapado en sangre.


Maripa



¿Qué tal? ¿Cómo ha ido la semanica?
¿Habéis visto la de cosas chulas que hemos subido gracias a los artistas invitaos? Aiiinnnnnnn que gente más maja. Collar de diamante sos vamos a poner, bonicos.

Animaros a enviarnos vuestros relatillos e ilustraciones para compartir en el redil, bonicas cosas peludas nuestras jejjejejejejej (no seáis tíiiiiiimidos, que aquí todos somos ovejas xDDDD).

Gracias Lyris y Marimí, se os quiere ^^
 



2 Carminazos:

Judith dijo...

U_U ¿Porqué hieren al bello Jareth, malas? TT_TT

Maripa dijo...

Qué vida más cruel... Es lo que hay MariJudith xDDDDD
Gracias por el coment!!